Homenaje

Pupuseria Las Cabanas was established by Angela Leiva in 2004
Angela came to the United States as an immigrant from El Salvador to pursue the American
dream and in hopes of starting her own business.

She always dreamt of opening a restaurant to bring an authentic style flavor of El Salvador
to the Bay Area. Angela’s number one priority was that every plate served was
made with lots of love and with quality ingredients.


No matter how busy the restaurant was, hospitality was of the up most priority. Angela made
sure to greet every customer walking through the door with a smile and a “good morning
come on in” or “good afternoon, how are you?”


Being one of the longest running authentic Salvadorian restaurant in the area, has
turned Pupuseria Las Cabañas into a Hayward staple. Unfortunately, on Nov 28, 2020
Angela passed away at 61 years of age due to long time health conditions.
Pupuseria Las Cabanas is still family run and although she is no longer here in the
physical form her dream is kept alive with every pupusa served!

La historia de Pupuseria Las Cabañas establecido por Angela Leiva en el 2004

Angela llegó a los Estados Unidos como inmigrante de El Salvador, persiguiendo el sueño
americano y comenzar su propio negocio. Ella siempre soñó con abrir un restaurante para
traer un sabor auténtico de El Salvador al Área de la Bahía.

La prioridad de Angela siempre fue dar el mejor servicio a sus clientes y estar segura de
que cada plato fue servido con mucho amor e ingredientes de calidad. No importaba qué tan
ocupado estuviera el restaurante, la hospitalidad era la máxima prioridad.
Angela siempre saludo a todos los clientes que entraban al restaurante con una sonrisa y un
buenos días, pase adelante o buenas tardes, ¿cómo estás?

Ser uno de los restaurantes Salvadoreños auténticos más antiguos en la área ha convertido
a Pupuseria Las Cabañas en un elemento básico de Hayward.
Desafortunadamente, el 28 de Noviembre de 2020, Angela falleció a los 61 años debido a
problemas de salud.

Pupuseria Las Cabañas es administrada por su familia y aunque ya no está aquí
en cuerpo presente; ¡Su sueño se mantiene vivo con cada pupusa servida!